viernes, diciembre 01, 2006

La reportera electoral




Los operativos especiales en los medios de comunicación audiovisual, con motivo de las elecciones puede que tengan un sabor amargo, que fastidien hasta la saciedad, que sean monótonos y que no aporten más que estrés a quienes los siguen, porque los resultados ya decididos.Pero para mí tienen otro tinte.

No sé el nombre que se le dio a esa jornada en la emisora RCR donde comencé a trabajar recién graduada en el 98. Con sólo 5 meses en Caracas, era toda una aventura y un desafío que me asignaran como reportera de calle para cubrir las elecciones para gobernadores en el territorio federal Vargas, hoy estado.

Salí de madrugada. Recuerdo la emoción que me dio ver el amanecer con el mar de fondo antes de entrar en el segundo túnel de la Caracas-La Guaira. Mi única relación con el Litoral era con la playa Macuto Sheratón, donde pasé unas cuantas vacaciones cuando podía viajar desde San Antonio del Táchira a Caracas. ¡Era lo máximo venir a Caracas!

Allí estaba, dueña de la información electoral en Vargas. Con cada pase en la radio, me llenaba de gloria. Recuerdo lo que nos decía Elizabeth Pérez, jefa de Información, a los reporteros en cada operativo: “A vibrar muchachos”.

Alfredo Laya, por el Polo Patriótico, y José Rubín, por Acción Democrática, se disputaban la gobernación. Recorrí el Litoral de punta a punta, cada centro de votación. Llegué hasta Los Caracas. Me apropié del Litoral. Me quité el miedo al micrófono. A medida que pasaban las horas y se acercaba el momento de los resultados la adrenalina se disparaba.

Cuando el Consejo Supremo Electoral, hoy CNE, dio los resultados, inmediatamente comenzó la ronda de reporteros por todos los estados. Cuando me dieron el pase, recuerdo la voz clara de la conductora Ana Vacarella:

—Katiuska Hernández desde La Guaira. Y tiene a Alfredo Laya, el nuevo gobernador—

Fue lo máximo. No me importaron los pisotones, los empujones, allí estaba yo. Logré llegar hasta el nuevo gobernador. Me abrí espacio entre sus seguidores y pude transmitir en vivo con un teléfono celular Motorolla analógico sus primeras impresiones. Nada se compara con ese momento. Es lograr el clímax. Y cuando pasa, todo queda en calma y con una sonrisa dibujada en la cara por la satisfacción de haber sido feliz.

Luego de esto vino la elección presidencial en diciembre del 98. La historia es muy distinta. Cuentos, todos. De los centros de votación a pasar gran parte de la noche sobre la pasarela que une al hotel Caracas Hilton con el Complejo Cultural Teresa Carreño.

Mi tarea era describir el ambiente en la zona, donde esperaban miles de personas al entonces ganador Hugo Chávez. —Repito, la historia hoy es otra—. Pero mi historia en ese momento, fue la de una reportera que se deslumbraba por la cobertura noticiosa en un evento electoral. No me importaba si había o no estúpidas intervenciones en mesas redondas en la televisión, si la elección estaba comprada o no, si había pisotones o si había elogios. Era yo con mi viejo celular analógico, siendo la reporterita que había soñado.

Hoy veo las elecciones desde el papel, desde el pasado. Es demasiado tranquilo para mi gusto. Prefiero la adrenalina de la radio.

Cómo añoro esa época y no me importa que el operativo se llame Decisión o Culebrón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Probablemente esa adrenalina q sentiste hace algunos años sea la misma que se desborda hoy en mí. Es como un gusanito que recorre todo el cuerpo y que te obliga a estar donde tienes q estar, en el momento justo...

Sin duda, (sin pasar por roja ni azul, ni amarilla), creo q se trata de uno de los hechos informativos más importantes de los últimos años años y es un privilegio -por demás emocionante- poder compartirlo con la gente, con ese venezolano de a pie que es el que nos escucha y gratifica nuestra labor.

Trabajar en radio es por demás un gran pacer, porque te obliga a utilizar recursos adicionales que permitan transmitir de forma clara, lo que sucede... La imaginación y el arte de describir, creo que son los elementos fundamentales de esta maravilloso medio.

Ya mañana, seguramente agotados por el trajin, con hambre y mucha tensión, pues nos sentaremos a reflaxionar no solo de esta jornada sino del extraordinario acierto de tener en nuestras manos la portundad de ser ojos y oidos de mucha gente, que cree en la verdad... esa que tu difundes y por la que trabajas

Fritica e'pollo dijo...

Como me gustaria poder tener la oportunidad de ser participe de estos eventos.
Ya sea en tu debut como reportera en el 98, o en lo que le espera mañana a Venezuela, debes estar contenta de poder continuar con tu labor, tu granito de arena por un pais mejor.
Quizas suenen idealistas mis palabras, pero creo que tienes un gran privilegio al servir como testigo de tales acontecimientos, y que sea tu trabajo que los venezolanos estemos informados de lo que sucede dia a dia.
Mucha suerte para mañana Katy, ve con Dios a cumplir con tu deber.