domingo, agosto 12, 2012

Dieta del venezolano depende de importaciones


Economía
MERCADOS La leche liquida es preferida por el estrato alto
Alimentos de mayor demanda dependen de insumos importados
La harina de maíz es el producto que más se consume entre las clases media y baja, según el INE
La encuesta de seguimiento del consumo de alimentos del Instituto Nacional de Estadística señala que para el segundo semestre de 2011 la harina de maíz, el arroz, el azúcar, la cebolla, la carne de pollo, el queso blanco, las pastas, los huevos, el aceite y la margarina son los 10 productos de mayor demanda entre la población. 

Al contrastar la disponibilidad de materia prima nacional para elaborar o procesar estos alimentos con las importaciones que hace el país, se observa que de los 10 productos de más consumo 7 dependen en más de 50% de materia prima comprada a otras naciones. 

El INE detalla que 94,15% de los hogares compra con más frecuencia harina de maíz, y el consumo diario por persona está en 85,42 gramos. En el balance agroalimentario del Ministerio de Alimentación se indica que las empresas procesadoras necesitan anualmente 1,2 millones de toneladas de maíz para elaborar harina. La producción nacional del cereal bajó 14% el año pasado. 

Por los puertos nacionales han ingresado entre enero y junio 200.000 toneladas compradas por la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas, y están en tránsito otras 350.000 toneladas. 

Las expectativas de la cosecha que comienza en agosto son similares a las de 2011, que estuvo cerca de 800.000 toneladas, con lo cual el déficit es de más de 400.000 toneladas, que tendrán que ser importadas. 

El segundo alimento de mayor consumo es el arroz. El INE refiere que 94,12% de los hogares lo compra para su dieta diaria y la ingesta es de 65,73 gramos por persona al día. El Ministerio de Alimentación calcula que las empresas requieren 1,3 millones de toneladas de arroz paddy seco y la producción nacional cubre 50%. A través de CASA este año se importarán más de 625.000 toneladas. 

El azúcar es el tercer rubro de más demanda y es adquirido con más frecuencia por 93,12% de los hogares. Cada venezolano consume diariamente, por lo menos, 46,14 gramos. Los números de la Federación de Asociaciones de Cañicultores reflejan que el consumo anual es de 1,2 millones de toneladas de azúcar refinada, pero la producción llegó a 450.000 toneladas, por lo que las compras externas superan 62,5% de la demanda. Es decir, 750.000 toneladas que tendrán que llegar de otras partes. 

En el caso del pollo, que es el cuarto alimento comprado con más asiduidad, la producción nacional cubre el consumo. Sin embargo, los alimentos balanceados para el sector avícola dependen 60% de maíz amarillo importado. Según la Federación Nacional Avícola, este año se han comprado en el exterior 971.927 toneladas de maíz amarillo. El pollo es el segundo producto más consumido después de la harina de maíz y la primera proteína de origen animal, con 80,08 gramos diarios per cápita. 

El INE señala que 91,29% de los hogares compra pastas y el consumo asciende a 47,43 gramos por persona al año. El procesamiento es nacional, pero 100% del trigo es importado. Alrededor de 1,5 millones de toneladas de trigo durum y panadero entran al país anualmente. El aceite vegetal, mezcla y de maíz, depende 80% de las importaciones de aceites crudos, al igual que la margarina. 

Menú por estrato. En Venezuela, indica el Instituto Nacional de Estadística, hay más de 7,04 millones de hogares, de los cuales 2,2 millones están formados por los estratos socioeconómicos I, II y III o de altos y medios recursos; más de 3,7 millones integran el estrato IV o medio bajo y en el V hay más de 1,1 millones de hogares de pocos ingresos. El menú y el consumo de alimentos varían de acuerdo con la clase socioeconómica. 

La encuesta del INE dice que la harina de maíz es el alimento de más demanda en la clase baja y media con 84,76 y 89,31 gramos diarios por habitante, respectivamente. La proteína que más come la clase baja es el pollo con 74,9 gramos por persona al día, mientras que el pollo es de mayor demanda entre la clase alta y media con 54,23 gramos y 51,58 gramos per cápita diarios. 

El estrato de bajos ingresos consume 44,53 gramos de carne al día. El de pastas alimenticias es más alta en esta clase socioeconómica con 50,81 gramos por habitante al día, mientras que en la media es de 48,22 gramos y en la alta de 44,19 gramos. 

El consumo de azúcar también es más elevado entre la población de escasos recursos con 50,56 gramos diarios por persona, mientras que en la media es de 46,68 gramos y en la alta de 43,02 gramos. 

El pan de trigo es más consumido por la población de altos recursos ­42,22 gramos diarios per cápita-, frente a 34,86 gramos de la población más pobre. El arroz es más consumido por la gente de estrato bajo, con un promedio de 73,98 gramos diarios por persona, al igual que la yuca, con 35,89 gramos. En el caso del plátano el mayor consumo está en los estratos I, II y III de más poder adquisitivo, con 49,71 gramos diarios por habitante. Y la leche líquida completa es preferida también por la clase de más recursos, mientras que en los estratos medios y bajos no aparece en la lista de los 10 alimentos de mayor consumo aparente, según el INE. En el rubro de frutas, las más consumidas por los 3 grupos socioeconómicos medidos por el INE son el cambur y la lechosa. 

Desprotegidos ante gigantes del sur


TEMEN QUE INGRESO AL MERCOSUR ACENTÚE ASIMETRÍAS Y CAÍDA DEL SECTOR AGRÍCOLA



Especialistas y productores del campo solicitan al gobierno de Hugo Chávez la aplicación urgente de medidas de salvaguardacomercial

Katiuska Hernández

Publicado en el diario El Nacional el 11 de julio de 2012 (Estrategia y Negocios)

Precios bajos, altos costos de producción, exceso de controles, escasez de insumos, vialidad y servicios en mal estado, amenazas de expropiaciones e invasiones y el clima adverso son las dificultades que afronta el agro venezolano para ser competitivo. La noticia del ingreso al Mercosur le cayó como un balde de agua fría a los productores que aún luchan por recuperarse de la mala racha de los últimos tres años y que ha acentuado la dependencia de las importaciones, debido a que la producción no termina de germinar para cubrir la totalidad de la demanda interna. El sector agrícola y agroindustrial se enfrentan al ingreso al bloque en las peores condiciones. La producción de alimentos en Venezuela se redujo 6,9% en el primer trimestre de este año, según el BCV. 

Aunque los productores luchan por recuperar las hectáreas perdidas de maíz, arroz y sorgo y de oleaginosas como el girasol y la soya en los últimos años, los resultados no son los esperados y la dependencia de las importaciones continúa. En azúcar, el déficit llega a más de 800.000 toneladas que deben traerse del exterior y la producción de maíz amarillo y blanco, para alimentos balanceados para animales y el procesamiento de harina precocida, no alcanza y hay que comprarla a otros países. 

La promesa de levantar el cultivo de café también está en el limbo, a 40 días para la entrada de la cosecha, los caficultores aún no reciben los recursos ni los insumos. 

En carne y leche, los ganaderos se quejan de los altos costos de producción y el rezago en los precios controlados. Productores agropecuarios de Fedenaga afirman que 50% del consumo de carne se atiende con ganado y carne congelada importada, y se mantiene el déficit de leche cruda, además de que 100% de la leche en polvo que se vende en el país se trae del exterior. 

En el sector agroindustrial la situación es similar. La regulación de precios, la restricción para adquirir divisas al cambio oficial, las leyes laborales y las nuevas cargas fiscales y parafiscales hacen poco competitiva la producción de alimentos. 

Adicionalmente, desde hace más de 4 años está prohibida la exportación de harina y ahora se hace desde Colombia, y otros alimentos básicos debido al déficit interno. De un país que exportaba 100.000 y 200.000 toneladas de arroz a países como Colombia, ahora Venezuela busca quién tiene arroz en el mundo para suplir el faltante. 

Asimetrías con el sur Gustavo Moreno, ex presidente de Fedeagro, recuerda que hace seis años cuando se analizó en el gremio el tema del Mercosur con el entonces ministro de Comercio, Gustavo Márquez, se solicitó incorporar al sector agrícola a las negociaciones y se propuso que se aplicaran todas las salvaguardias comerciales posibles para proteger y fortalecer la producción nacional. 

"Todas las integraciones deben considerar la situación de los países más débiles, ahora estamos dejando la CAN donde teníamos similitudes entre las naciones para entrar a un bloque totalmente asimétrico. En Mercosur, Uruguay y Paraguay ya se sienten atropellados por Brasil y Argentina y ahora ingresa Venezuela no por su potencial productor de alimentos sino por la chequera que tiene para comprar", alerta Moreno. 

Sostiene que la producción de cereales en esos países está basada en transgénicos, mientras que en Venezuela no se permite este tipo de cultivos aunque se está importando. 

"Este año pudo haber sido vital la siembra de maíz contando con material o semilla transgénica porque hubiese permitido una disminución de los costos de producción a la par de los países del Sur y un mejor manejo agroeconómico", dice al indicar que todo el pollo que se importa de Brasil y la soya es producida con material transgénico. 

"Si nos vamos a integrar, queremos que se haga en igualdad de condiciones", agrega Moreno. 

La inflación es otro de los factores en contra, puesto que en el Sur llega a un dígito y en Venezuela está por encima de dos dígitos. "En estos momentos es cuando el Ejecutivo de una forma seria y no política debería convocar a todo el sector privado sin distingo político para que podamos trabajar en función de lo que significa este impacto", exhorta el productor agrícola del estado Portuguesa. 

Moreno insiste en que los sectores sensibles que ahora serán los verdaderos perdedores de esta integración, requieren una protección y compensación urgente del Ejecutivo para evitar que desaparezca. 

Contrarreloj Eduardo Porcarelli, profesor de posgrado de Derecho Económico y de la Integración de la UCV, advierte que el sector agroindustrial no está preparado para enfrentar la integración con los gigantes del sur que son una potencia en el área. Señala que asumir este bloque sin preparar a los productores nacionales y sin unas políticas públicas adecuadas que permitan en el corto plazo recuperar la producción y la rentabilidad del agro se podría poner en riesgo muchos rubros sensibles que tenderán a desaparecer. Indica que en 2011, Venezuela importó de los países del Mercosur más de 1,92 millardos de dólares en productos agrícolas y alimenticios, mientras que sólo exportó en promedio 23.649 dólares. 

Destaca que de Argentina el principal producto que se importó el año pasado fue grasas y aceites animales y vegetales como soya, lo que constituyó 14% de las compras a ese país, el segundo producto que más se compró fue leche y productos lácteos que representaron 9,83%, los cereales con 7,47% del total de las importaciones agrícola, semillas y frutos oleaginosos 4,79% y preparaciones a base de cereales como harina de almidón y productos de pastelería 4,06%, las carnes significaron 3% del mercado y las hortalizas 1,32%. 

Las compras a Brasil básicamente están lideradas por el rubro de ganado con 18% de participación, carnes congeladas con 5, 73 % , confitería y azúcar 3,09% y café 1,28%. De Paraguay se adquiere carnes y despojos comestibles que representaron 36,99% del comercio con ese país, soya con 16%, semillas y frutos oleaginosos 13% y cereales como el maíz con 9,28%. Las compras a Uruguay fueron de carnes y despojos comestibles con 9,20% del total de alimentos que se importan de ese país, y leche y productos lácteos derivados 9,01%, crema de leche 8,59, quesos y requesón 7,49% y cereales trigo 3,42%. 

El especialista en integración y comercio exterior, Eduardo Porcarelli, refiere que la integración dejará desprotegida a la agricultura y agroindustria nacional, puesto que este bloque no tiene mecanismos de salvaguardia comerciales entre los países miembros y Argentina y Brasil son unas potencias productoras de alimentos. 

"Existe el acuerdo 59 que tenía el compromiso de liberar frente al Mercosur y tener algunos productos protegidos, pero con la adhesión completa de Venezuela a este bloque, ese convenio vence el 1° de enero de 2014, por lo que el país tendría entre este momento y esa fecha para aplicar un plan rápido de salvaguardias y de protección para poder incentivar la producción nacional, o quedarán a merced de un bloque poderoso que arropará a la débil agricultura venezolana", reitera Porcarelli. 

El profesor de la UCV recomienda diálogo inmediato entre el Gobierno y todos los sectores involucrados para poder negociar los productos que deben ampararse bajo el acuerdo 59, mientras dura su vigencia por año y medio. 

Recuerda que en este acuerdo Venezuela manifestó que se podrían proteger productos sensibles como carne, queso, cebollas, ajos, naranjas, mandarinas y otros cítricos, maíz, manteca, cacao, galletas, batatas, papas, jugos, mayonesa, jamones, leche, nata, mantequilla, arroz, harina de maíz, almidón de maíz, sorgo, aceites, embutidos de carne y otros. 

"Este acuerdo tiene la posibilidad de aplicar medidas especiales y de salvaguardia para el sector agrícola que se pueden aún utilizar para aquellos productos sensibles". 

jueves, agosto 02, 2012

El Gobierno controla 62,6% del mercado de alimentos básicos

http://mercadosyconsumo.tumblr.com/
EL NACIONAL - Martes 20 de Marzo de 2012Economía/6

Economía

BALANCE Disponen de una red de distribución y procesamiento de 22.327 establecimientos


De 6 millones de toneladas de demanda nacional distribuyó más de 3,75 millones en 2011 a través de comercios estatales y privados


KATIUSKA HERNÁNDEZ 
khernandez@el-nacional.com



El Gobierno se ha convertido en el principal distribuidor y proveedor de alimentos básicos terminados como arroz, café, aceite, harina de maíz, leche en polvo, azúcar, granos, atún, carne de res, y otros, a través de la venta directa en los establecimientos Mercal, Pdval y abastos Bicentenario. Pero, además, constituye el principal proveedor de materia prima agrícola importada a la agroindustria privada, debido a que desde hace tres años se reserva gran parte de las compras externas de arroz, maíz blanco, café, azúcar cruda, algunas grasas, pollo y ganado bovino y carne congelada.

La Memoria y Cuenta del Ministerio de Alimentación detalla que del total de la demanda nacional de alimentos calculada en más de 6 millones de toneladas, el Gobierno aporta más de 3,75 millones de toneladas, lo que representa 62,6% del mercado. La cobertura en el sector de alimentos se elevó en un año de 32,4% a 62,6%.

En el informe se indica que la Misión Alimentación, que abarca desde los productos subsidiados que se venden en las bodegas de Mercal hasta la venta en los locales de Pdval y la red de supermercados abastos Bicentenario ­antiguos Cada y Éxito­, registró un incremento de 111,07% en el volumen de toneladas comercializadas, al pasar de 1,78 millones de toneladas en 2010 a 3,75 millones en 2011.

De esta cantidad, más de 2,08 millones de toneladas se colocaron sólo en las redes oficiales, mientras que la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas suministró a la red privada más de 1,67 millones de toneladas entre productos alimenticios terminados y materias primas, la mayoría importada.

En el informe también se señala que las ventas mensuales de las redes gubernamentales variaron de 148.429 toneladas en 2010 a 313.301 toneladas el año pasado. Apunta que en diciembre se logró colocar 350.000 toneladas entre alimentos de la cesta básica y los ingredientes para elaborar hallacas y productos alimenticios típicos de Navidad.

Venta subsidiada. La red de distribución y procesamiento de alimentos del Estado atiende 22.327 establecimientos desde puntos de venta hasta almacenadoras, plantas procesadoras, empaquetadoras, comedores, carnicerías, panaderías y areperas. El informe del Ministerio de Alimentación refiere que 15.993 son comercios, incluyendo bodegas Mercal, Pdval, frigoríficos y expendio de carnes fijo y móvil. También tienen 6.000 casas de alimentación, 43 panaderías, 200 areperas fijas y móviles, 22 plantas productoras, procesadoras y empaquetadoras, 13 fincas de Mercal para la producción de ganado bovino, 34 silos para almacenar rubros agrícolas a granel y 430 depósitos y centros de acopio, entre otros.

En el balance se indica que los precios de venta permiten un descuento o ahorro de 76,6% principalmente para quienes compran en Mercal, programa que tiene un subsidio de 6,3 millardos de bolívares. Mientras que en Pdval y abastos Bicentenario, el Gobierno asegura que se vende con un descuento de 21,6% en comparación con las cadenas privadas de supermercados.