miércoles, marzo 31, 2010

El hipermercado Bicentenario sigue sin tener Exito


Consumo Las prendas hechas en Colombia opacan las pocas camisas de Bolivia

Hipermercado Bicentenario
sigue bajo la sombra de Éxito

Aunque el aviso fue cambiado, las bolsas y la mayoría de la mercancía tiene el logo de la antigua tienda

KATIUSKA HERNÁNDEZ
khernandez@el-nacional.com

El socialismo aun no se evidencia en el hipermercado Bicentenario de terrazas del Ávila, de Caracas.
Salvo el cambio de nombre, uno que otro aviso de Comerso (Corporación de Mercados Socialistas) y la presencia de productos elaborados por las empresas del Gobierno, el negocio sigue teniendo la marca Éxito hasta en la ropa interior femenina y masculina.
El plan de ahorro energético hace que la tienda esté a media luz, y el aire acondicionado ni se siente.
En lugar del eslogan “contra la vida cara”, aparece “tu precio justo”, en cada pasillo del piso de venta.
La distribución de la tienda sigue estando igual. Al ingresar, a mano derecha están los televisores pantalla plana ahora apagados y con precios nada solidarios. Los de plasma de 32 pulgadas se venden sobre los 4.500 bolívares y el pantalla plana convencional de 21 pulgadas no baja de 900 bolívares.
Lo más económico en esta sección, son los reproductores de DVD desde 220 bolívares.
Las neveras se consiguen sobre los 2.700 bolívares y las cocinas en 1.400 bolívares. Hay ofertas y gran variedad de maletas, desde 300 hasta 500 bolívares los juegos de tres piezas.
Se exhiben pocas computadoras portátiles y lo que abunda son los equipos de sonido.
Por acercarse las vacaciones de Semana Santa, las carpas adornan la tienda al igual que las sillas playeras y las sombrillas.
En el área de ropa, sólo dos estantes tienen las chemises elaboradas por Bolivia. Las de dama se venden en 55 bolívares y las hay manga corta y larga y unicolores. Mientras que las de caballero cuestan 75 bolívares y el diseño es de rayas.

No hay gran variedad de esta ropa boliviana pese que el mandatario nacional, Hugo Chávez, se encargó de publicitarla el pasado 6 de marzo cuando se reinauguraba el Hipermercado Bicentenario en Maracaibo: “Pero fíjense ustedes, esta es una ropa de mucha calidad, la recomiendo, usted la puede conseguir, la ropa del ALBA, Textiles del ALBA, en nuestros Hipermercado Bicentenario, y también en otros espacios de nuestros mercados, del espacio de Comerso que está naciendo, además de calidad, fresca para nuestro clima, y vean ustedes 75 bolos”.
Las etiquetas de estas camisetas tienen las siglas ALBA TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos).
El resto de las prendas de vestir son confeccionadas en su mayoría en Colombia. Algunas de Estados Unidos y pocas piezas son hechas en Venezuela.
Cuando se concrete el traspaso de 80% de las acciones de estos hipermercados al Estado, es muy probable que no reanuden los contratos de compra de textiles colombianos.

Fallas de rigor. En la visita a este hipermercado el pasado viernes en la mañana, las fallas de varios productos de la canasta alimentaria era notoria.
En el área de perecederos, la gente pasaba de largo. La razón, no había carne. Uno de los carniceros aseguraba “está llegando”, mientras una señora le respondía, “con ese cuento llevo más de media hora esperando”.
“Le aseguro señora que se están descargando 3 toneladas de carne, lo que pasa es que debe limpiarse y colocarse en bandejas y eso demora”, dijo el encargado. La variedad de pollo es escasa, sólo se vende una marca: Souto.
En la charcutería los quesos blancos pasteurizados y los amarillos brillan por su ausencia. En la nevera había telita a 28,74 bolívares el kilo.
Lo que si estaba repleto era la nevera de jugos pasteurizados, yogures y lácteos de corta duración.
La panadería opera con normalidad y esta tienda no cuenta aún con la arepera socialista a diferencia de la sucursal de Maracaibo, que ya tiene esta franquicia creada por el ex ministro de Comercio, Eduardo Samán.
Entre los productos de la cesta básica del Gobierno figuran la harina Mi Reyna elaborada por la empresa Proarepa del ex banquero Ricardo Fernández. Otra de las marcas que aparecen en los estantes es leche Perijanera, a 13,15 bolívares el sobre de un kilo y sólo se permite la compra de 3 paquetes por persona.
También hay bultos de arroz normal y parbolizado, caraotas y azúcar de la Corporación Venezolana Agraria. Sólo se permite la compra de 5 kilos de azúcar por persona y también se raciona la venta de papel higiénico a 3 paquetes por compra.
Había café marca Venezuela y Fama de América.
Se mantienen las distintas formas de pago: tarjetas de débito, crédito, efectivo y ticket alimentación; y por ningún lado se habla del trueque u otra forma socialista de transacción.
Hay pocos empaquetadores, pese que el presidente Chávez anunció que en lugar de trabajadores temporales, serían incorporados a la nómina de la cadena de hipermercados con salario fijo. “Estamos organizándolos para que pasen a ser fijos”, aseguró Héctor Solórzano, miembro del sindicato.
Las bolsas siguen teniendo el logo de Éxito y las facturas salen con el RIF de Cadenas de Tiendas Venezolanas Cativen S.A. empresa cuyo accionista mayoritario es por ahora, el grupo francés Casino.


“Cuando se concrete el traspaso de 80% de las acciones de estos hipermercados al Estado, es muy probable que no reanuden los contratos de compra de textiles colombianos”


Laboral

Contrato colectivo en stand by

Antes de anunciarse la expropiación los trabajadores de Cativen estaban discutiendo las cláusulas del contrato colectivo.
El sindicato exigía 120 días de utilidades, un bono vacacional, pero la empresa se negó a firmar estos beneficios.
Héctor Solórzano, secretario de Finanzas del sindicato de trabajadores unidos del comercio (Sintruco) que afilia a 500 personas del hipermercado Bicentenario, explicó que se había ofrecido un beneficio a un grupo de personas dividiendo a los trabajadores.
“Cuando llegó el Gobierno logramos que la empresa diera a todos el mismo beneficio”, indicó.
Sostiene que el contrato colectivo no se ha firmado porque ahora no tienen con quien discutir, debido a que está en proceso la expropiación. “Necesitamos que se termine la compra de 80% para finiquitar el contrato, mantenemos la solicitud de 15% de aumento del salario, subir el pago del ticket alimentación, que se reconozcan 120 días de utilidades, y otras 15 cláusulas que quedaron pendientes”.
Solórzano aprovecho para comentar que el viernes en la tarde efectivamente llegó carne y el queso pasteurizado hecho por la CVA. Dijo que las ventas racionadas es para evitar que los buhoneros compren al mayor y luego revendan los productos regulados al doble de su precio.

miércoles, marzo 17, 2010

El control de precios se libera


Precios de alimentos
bajo libertad condicional

Las medidas de flexibilización del control evidencian el fracaso de la regulación

KATIUSKA HERNÁNDEZ
khernandez@el-nacional.com

La regulación de precios concebida por el Gobierno, mantuvo por más de 5 años, un esquema de congelamiento que aceleró la escasez y la pérdida de rentabilidad de las empresas.
Muchas industrias del sector reportaron problemas en sus estructuras de costos, debido a que los montos fijados en Gaceta Oficial, para más de 30 alimentos, estaban desfasados y obligaban a asumir altos costos que no se podían trasladar al consumidor.
Los cálculos del incremento de la materia prima nacional e importada, los altos precios de los empaques, el costo de transporte, distribución y comercialización y el alza anual de los salarios se habían obviado en los primeros años de la regulación a la hora de aprobar los incrementos.
Ahora, el Gobierno le da un vuelco al control de precios y acepta que fijar precios a la ligera y obligar a las empresas a vender por debajo de los costos reales, es un riesgo que no se puede correr.
Desde 2007 unos 20 alimentos han sido liberados del control, bajo la condición de que se respeten ciertas bandas de precios sugeridos.

La política progresiva de exclusión de productos de la regulación, no es del todo una liberación. El Gobierno condiciona la salida de los rubros a que las empresas procesadoras mantengan estructuras de costos que permitan que los alimentos no se vendan a precios superiores en el mercado al detal.
El ministro de Alimentación, Félix Osorio, sostiene que no se trata de una liberación, porque constantemente se evalúa si los rubros que dejaron de estar regulados no han subido exageradamente los precios.
“Cuando se libera un alimento se le está permitiendo a las empresas subir la producción de este artículo, pero se les advierte que no podrán sacrificar o reducir la fabricación de las presentaciones que se mantienen con precios regulados. Por lo tanto se trata de una liberación condicionada”, expresó Osorio.
Dijo que en caso de que se determine irregularidades tanto en el porcentaje de producción como en los precios de comercialización, el Gobierno se reserva la potestad de volver a regular los alimentos.
Explicó que en 2007 se decidió excluir del control los huevos y se acordó una banda de precios de entre 12 y 14 bolívares para el cartón de 30 unidades. Sin embargo, en el mercado informal y en bodegas de los mercados municipales, el producto supera los 21 bolívares.
“Eso no puede ser, le hemos advertido al sector avícola que si no bajan esos precios, volveremos a controlar este producto”, dijo Osorio.
El funcionario señaló que las industrias avícolas expresaron que mantienen precios bajos y que son los distribuidores y comercializadores los que ponen esos montos. Para el ministro es tan responsable la industria como el comerciante, por lo que exhortó a no despacharle a esos distribuidores.
“No solamente es producir los huevos, sino que ese alimentos llegue al consumidor a un precio justo y evitar que se vendan en la cadena informal, las empresas no pueden ser irresponsables en ese sentido”, advirtió.
La semana pasada el Gobierno excluyó de la regulación la margarina, la mayonesa, la salsa de tomate y la gallina.
Esta medida sin embargo, no implica que las empresas podrán subir los precios de estos productos libremente. Aunque no se publicó en Gaceta Oficial, el Gobierno acordó una banda de precios para cada uno de estos alimentos.
La mayonesa que estaba regulada en 4 bolívares la presentación de 445 gramos, podrá venderse entre 4,56 y 4,80 bolívares, lo que significa un alza de 20%. El medio kilo de margarina que estuvo controlado en 2,76 bolívares, podrá subir hasta un máximo de 45% y venderse al detal en 4,01 bolívares; y el frasco de salsa de tomate de 397 gramos que estuvo fijado en 3,92 bolívares, las empresas podrán aumentarlo hasta un máximo de 23% para llegar a 4,81 bolívares.
“Con los sectores, fijamos una banda de precios que ellos deben utilizar para que no haya ningún tipo de especulación. Nuestros inspectores de Indepabis y de la Superintendencia de Silos, van a estar vigilantes de que esta situación se cumpla. Además tiene unos efectos positivos; en el caso de la especulación, hace que bajen los precios”, dijo el ministro de Comercio, Richard Canán.
El funcionario reconoció que si no se revisan los precios, puede generarse un problema de caída de la producción de alimentos. “Si un alimento queda por debajo del costo justo de producción, no va a ser posible garantizar la continuidad productiva. Eso sería totalmente nefasto, peor, que una empresa, una industria no pueda producir un alimento porque los precios estén por debajo de su costo de producción”, admitió el ministro de Comercio, Richard Canán, en una entrevista por VTV.
La lista de rubros que han salido de la regulación en los últimos años, incluye leche larga duración completa y descremada, huevos, sardina fresca, pernil de cerdo, la chuleta ahumada de cerdo, caraotas, lentejas, arvejas, mortadela, la avena, la sal, harina de trigo, los cortes de carne para parrilla (solomo de cuerito y punta trasera), atún en lata, atún fresco y el jurel.
Se espera que otros como la leche de soya, las fórmulas lactantes y la sardina también salgan del control y aumenten entre 21% y 37%.


Agroindustria

Un mercado dominado
aún por el sector privado

El afán del Gobierno de intervenir en la producción de alimentos básicos, se ha evidenciado en la toma de empresas procesadoras de arroz, harina de maíz precocida, enlatadoras de productos del mar, pasteurizadoras, frigoríficos y ganaderías, frutícolas, torrefactoras de café, así como la creación de empresas de producción social en esta área. El Ejecutivo también cuenta con procesadoras de aceite y margarina como Diana.
Además de la red de comercialización con Pdval y Mercal que tienen alrededor de 30% del mercado de venta de productos básicos, el poder del Estado en el sector se incrementa con la negociación por adquirir los 6 hipermercados de Éxito, y el 80% del negocio de los 35 supermercados CADA y los 8 centros de distribución de la empresa Cativen del grupo francés Casino.
Con todo y eso, la producción de alimentos básicos sigue estando en su gran mayoría en la empresa privada.
En de harina de maíz precocida, las empresas privadas aportan 72,15% del total del mercado con 603.963 toneladas, mientras que el Gobierno con algunas fábricas incluyendo la intervenida del banquero Ricardo Fernández, maneja alrededor de 233.037 toneladas, de un sector que al año produjo un estimado de 837.000 toneladas.
En el caso del aceite, el Ejecutivo con las compras que hace CASA para Mercal y la empresa Diana, filial de Pdvsa, maneja 137.509 toneladas del producto, alrededor de 44,5% del mercado, mientras que los privados comercializan 172.172 toneladas de un total de 309.681 toneladas que se produjeron en 2009.
Igualmente el mercado de arroz, azúcar, leche, pasta, pollo, carne de res, salsa de tomate, margarina, enlatados y otros alimentos depende de la producción de industrias privadas que generan miles de empleos.
En el café con la expropiación de Fama de América y la negociación para adquirir el 80% de Café Madrid, se calcula que el Gobierno pueda llegar a manejar más de 70% del sector.

miércoles, marzo 10, 2010

Gobierno desmonta poco a poco el control de precios


Resolución Cañicultores piden subsidio y avícolas quedan conformes

Gobierno flexibiliza el control
de precios y libera 4 alimentos

La mayonesa, la salsa de tomate, la margarina y el kilo de gallina se venderán sin regulación, y suben arroz, pollo y azúcar

KATIUSKA HERNÁNDEZ

El control de precios que lleva más de 7 años en el país, comienza a desmontarse progresivamente. El Gobierno decidió excluir de la regulación 4 alimentos básicos: la mayonesa, la salsa de tomate, la margarina y el kilo de gallina entera beneficiada.
Estos productos se podrán vender a precios libres, aunque el Ministerio de Alimentación recomendó montos sugeridos.
En el caso de la mayonesa se propuso un máximo de 4,8 bolívares para la presentación de 445 gramos, la margarina de 500 gramos en 4,01 bolívares y la salsa de tomate de 397 gramos en 4,81 bolívares. Mientras que el kilo de gallina se colocaría en el mercado a un promedio de 15 bolívares.
En el artículo 10 de la resolución publicada en la Gaceta Oficial 39.381 el 8 de marzo, el Ejecutivo advierte que puede volver a regular estos alimentos en caso de que comprueben irregularidades o conductas especulativas.
Esta previsto que en otra gaceta, el Gobierno excluya del control de precios la sardina enlatada, la leche de soya y las fórmulas infantiles.
Luis Vicente León, director de Datanálisis, considera que la medida del Gobierno de flexibilizar la regulación, ayudará a que la agroindustria pueda recuperar en parte los costos de producción y comenzar a abastecer con más productos el mercado.
“Lo único coherente para tratar de evitar la escasez, es elevar los precios y flexibilizar la regulación, eso generará un incremento de la producción. Hay que recordar que no hay mayor costo para los consumidores que no conseguir los productos”, dijo.
Indicó que al reconocerse los incrementos de precios en los rubros que quedan regulados, se corrigen las distorsiones que se han creado por la inflación, alza de salarios y devaluación.

A pagar más.

Tal y como se tenía previsto desde enero, se inició el incremento progresivo de varios de los alimentos básicos. El kilo pollo beneficiado pasó de 8,39 bolívares a 11,31 bolívares al consumidor.
El presidente de Fenavi, Francisco Tagliapietra, indicó que el alza de 34,8%, permite cubrir los costos de producción para el primer semestre.
“La industria está garantizando la producción de 80.000 toneladas de pollo mensuales y hay planes para crecer entre 10% y 15%”, dijo Tagliapietra.
Igualmente el Gobierno elevó el precio del azúcar en 30,41% al pasar de 2,86 bolívares a 3,73 bolívares el kilo al consumidor final. Y estableció los precios para la industria y los mayoristas.
Los cañicultores indican que pese al incremento, no logran compensar el alza de los costos ni recuperar la rentabilidad del sector. “En noviembre sugerimos que el precio al consumidor se fijara en 4,30 bolívares y se aprobó 2,86 bolívares. Ahora el precio se aprueba en 3,73 bolívares y sigue estando rezagado. Solicitamos una compensación o un subsidio porque el ingreso que recibimos esta en promedio en 1,75 bolívares por kilo y no cubre los costos”, dijo el presidente de Fesoca, José Ricardo Álvarez.
Para el arroz blanco de mesa se autorizó un alza de 29,78% y el kilo del tipo I de menos granos partidos, se venderá en 3,66 bolívares.

El dato

En Mercal esta previsto que aumenten de precio también el arroz, el azúcar y el pollo y se mantengan 40% por debajo del monto regulado en Gaceta Oficial. En tal sentido el kilo de pollo en estas bodegas quedaría en 6,78 bolívares, el arroz en 2,19 bolívares y el azúcar en 2,23 bolívares.