miércoles, septiembre 24, 2008

Con el control los precios suben más



Todo más caro con la regulación


En la era de los controles gubernamentales, los alimentos suben de precio más rápido que durante la época en que la economía funcionaba libremente


KATIUSKA HERNÁNDEZ

khernandez@el-nacional.com

La política del Gobierno de frenar la inflación por medio de los controles de cambio y de precios ha demostrado ser un fracaso. Después de 5 años y medio de aplicación de estas medidas, el resultado está a la vista: precios que suben a tasas cada vez más rápidas y constantes episodios de escasez en los comercios.

El Gobierno ha tenido que aplicar medidas de emergencia para evitar que la falta de productos sea permanente y ha recurrido a importaciones masivas de alimentos para abastecer los anaqueles de supermercados y comercios oficiales como Mercal y Pdval.
Aunque en este momento la escasez de productos en los supermercados ha descendido de 33% a 9%, según cifras de Datanálisis, no deja de preocupar el alto índice de inflación que destruye el poder adquisitivo de la población. En períodos en que la economía no estuvo sometida a regulaciones como el congelamiento de precios, la inflación no registró una aceleración tan acentuada como ahora.

El economista y profesor de la UCV Jesús Casique señala que entre 1999 y febrero de 2003, cuando no existían ni el control de cambio ni la regulación de precios, la inflación acumulada fue de 117%. En cambio, entre marzo de 2003 y agosto de 2008 -período de vigencia de los controles-, el índice de precios al consumidor suma un alza de 178%. La inflación acumulada en los 9 años y 8 meses del gobierno de Hugo Chávez llega a 498%.

En el caso de los alimentos, desde enero de 1999 hasta febrero de 2003 el índice de precios al consumidor fue de 88,8%. Pero después de imponerse el régimen de control, la inflación en este segmento fue mayor. Entre marzo de 2003 y agosto de este año la inflación en alimentos y bebidas no alcohólicas se aceleró 272,8%. "Esto significa que los alimentos, bajo el control de precios, aumentaron 3,07 veces", agrega Casique.



Alza explosiva Para el cierre de agosto, el Banco Central de Venezuela reportó que la inflación de alimentos y bebidas no alcohólicas durante los últimos 12 meses llegó a 50,7%. "Los controles han sido un fracaso en la economía. Esto se debe a una razón elemental, y es que el control de precios se convirtió en un congelamiento. No hay una política planificada de revisión constante de los costos de producción ni de los precios finales", sostiene el economista. La rectificación en algunos rubros se tomó sólo después de comprobar los costos que para el Gobierno ha significado la situación de escasez.


"Hay que flexibilizar los controles de precios y de cambio, la agroindustria ha tenido problemas con la liquidación de divisas para importar bienes e insumos".

Casique agrega que la política de aprobación de divisas tampoco ha sido efectiva. "Algunas empresas no han recibido los dólares que necesitan y luego, aunque Cadivi autoriza, el BCV no liquida todas las divisas que se requieren". El reporte de Cadivi entre enero y el 12 de septiembre indica que el organismo aprobó 3,24 millardos de dólares para la importación de alimentos, mientras que el BCV liquidó 3,23 millardos de dólares.

Para el total de los sectores, las autorizaciones del organismo cambiario llegan a 18,9 millardos de dólares, y lo entregado por el BCV suma 17,8 millardos de dólares. Esta diferencia, según Casique es un ejemplo de que no se está entregando la totalidad de las divisas autorizadas.

Cambio de estrategia Voceros del Gobierno no se atreven a reconocer públicamente el fracaso del control de precios. Constantemente los ministros de Alimentación y Agricultura, Félix Osorio y Elías Jaua, respectivamente, defienden esta política y advierten que se seguirá aplicando durante mucho tiempo.

Pero en los últimos meses el Ejecutivo ha tenido que aceptar que no puede mantener anclados indefinidamente los precios de los productos alimenticios.

La presión por el aumento de la materia prima agrícola y de productos terminados en el mercado internacional, además del costo político que supone para la popularidad del Gobierno la escasez en los supermercados y bodegas, han obligado a aumentar los precios de los artículos de la canasta sujeta a regulación.

En un año se han autorizado incrementos de precios de varios alimentos en más de 30 oportunidades, además se decidió excluir del control algunos artículos, como la harina de trigo, leche de larga duración, huevos, chuletas y pernil de cerdo, atún al natural y enlatado, mortadela, avena y sal.

Otra de las medidas aplicadas ha sido crear mecanismos para agilizar la entrega de dólares para alimentos por el sistema de pago a la vista. En este mecanismo participan por ahora importadores de trigo, oleaginosas, lácteos, carne de res y el sector avícola incluyendo la elaboración de alimentos balanceados.

También se decidió exonerar de impuestos las importaciones de alimentos, así como de la obligación de presentar ante Cadivi los certificados de no producción o de producción insuficiente. Igualmente se libró a estas empresas de solicitar las solvencias de los distintos organismos públicos como el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, el Inces y la constancia de estar al día con el aporte al Régimen Prestacional de Vivienda y Hábitat.

Mejora el abastecimiento La revisión en el último año de casi todos los productos que integran la lista de alimentos regulados impactó el índice de precios al consumidor, según se refleja en los reportes mensuales del Banco Central de Venezuela referidos a la inflación.

Pero en la práctica, antes de anunciarse estos aumentos ya los venezolanos estaban pagando altos precios por los productos. Bien sea en ventas informales o en bodegas y en algunos mercados, los precios de la leche, la carne de res, el pollo, las caraotas, el arroz, azúcar y las pastas superaban el monto regulado.

La revisión de precios, sin embargo, ha permitido que se equilibre el abastecimiento. Incluso hay productos que se venden ahora por debajo del precio regulado, como el pollo.

El aumento de la producción nacional ha permitido que los detallistas ofrezcan precios más bajos al consumidor. En el caso de la leche, las facilidades para importar, aunada a unos mejores precios, permitieron que se recuperara la oferta de este producto en los establecimientos.

"No hay producto más caro que el que no se consigue", expresó Luis Vicente León, director de Datanálisis, al indicar el costo que tuvo para el consumidor no encontrar los alimentos, principalmente el año pasado y hasta febrero de 2008 cuando el índice de escasez sobrepasó el 30%. El tiempo que invirtieron los venezolanos en buscar los alimentos, según Datanálisis, fue de 8 horas al mes, lo que significó un día laborable. Además, las compras ya no se hacían en un solo establecimiento. Fue característico, y en algunos casos lo sigue siendo, que el consumidor recorriera entre 3 y 4 establecimientos para encontrar el producto que necesitaba.

El ministro de Finanzas, Alí Rodríguez Araque, anunció a principios de septiembre que se había estructurado una comisión interdisciplinaria integrada por funcionarios del Banco Central de Venezuela, el Instituto Nacional de Estadística y los ministerios del área económica incluyendo el Indepabis, para analizar los porqué de la inflación en el país.

El funcionario indicó que en los últimos tres meses se registró una leve desaceleración de los precios de los bienes y servicios. "Hemos venido haciendo un esfuerzo consistente para desacelerar el incremento intermensual de la inflación, y le tenemos la buena noticia que cerramos otro mes (agosto) con un proceso de desaceleración. En agosto fue de 1,8%, en julio de 1,9% y en junio de 2,4%;como se ve, los incrementos intermensuales van descendiendo lenta pero sostenidamente", señaló.

Rodríguez Araque atribuyó esa desaceleración a la decisión de excluir de la regulación algunos rubros. Mientras que el alza en la inflación en términos generales se la atribuye al encarecimiento de los alimentos, del transporte y de algunos servicios como restaurantes y hoteles.

"En el caso del impacto de la inflación en el área de alimentos, estamos atacando el problema tratando de elevar la producción nacional para mantener el abastecimiento en el país", agregó. Para el Gobierno, el índice de escasez de alimentos se ubica en menos de 10% y el de ausencia de productos en los anaqueles se ubica en 20,7%. Pese al esfuerzo de promover la producción nacional, se mantiene la dependencia de las importaciones.

Analistas indican que los precios internacionales seguirán estando altos y que esa inflación se trasladará a Venezuela. "Estamos importando la inflación de otros países mientras no se hace nada para elevar la producción nacional", indica Luis Vicente León.

El Gobierno sostiene que las compras en el exterior deben mantenerse por ahora. Según el Ministerio de Alimentación, las importaciones de productos de la cesta alimentaria se dispararon 17% en el primer semestre, al pasar de 2.617.000 toneladas a 3.064.000 toneladas. Un porcentaje importante de esas toneladas de productos fue comprado por el propio Ejecutivo para abastecer las redes de bodega de Mercal y Pdval. En estos comercios la proporción de producto importado y nacional es de 60% y 40% en promedio.

Indicador

Lo que ha subido

En un año el Gobierno incrementó los precios de los alimentos en 30 oportunidades. En octubre de 2007 el aceite subió 24,3%, luego de 3 años sin variación. El pan también experimentó un alza de 20% ese mes y las pastas subieron 58%. Pero el incremento de la materia prima como el trigo, que se cotiza entre 700 y 1.000 dólares la tonelada en el mercado internacional, así como el aceite crudo de maíz, que ha superado los 1.200 dólares la tonelada, hizo que en agosto el Ejecutivo volviera a autorizar un nuevo aumento de estos alimentos, entre 23% y 72% en promedio. En 10 meses, el azúcar ha subido 49%; la leche cruda, 36,3%; la pasteurizada y en polvo entre 30% y 37,8%; la harina de maíz, 47,85%; el maíz, el sorgo y el arroz al productor entre 30% y 44%; los quesos, 40,6%; las caraotas, 48,2%; la carne de res, 50,17%; la mayonesa, 51,51%; la margarina, 36,1%; la salsa de tomate, 110%, y la chuleta de cerdo y las costillas entre 0,1% y 2,94%. Epígrafes "En un año se han autorizado incrementos de precios de varios alimentos en más de 30 oportunidades" "La revisión de precios, sin embargo, ha permitido que se equilibre el abastecimiento" Las cifras 20,7% es el índice de ausencia de productos en los comercios, según el reporte de agosto del BCV 9% es el índice de escasez de Datanálisis para la primera quincena de septiembre

No hay comentarios.: