miércoles, abril 27, 2011

El café no da para vivir a los productores


Los bajos precios y la competencia desleal de las compras externas amenazan este rubro agrícola. Entre 2009 y 2010 se importaron 680.000 quintales que costaron 265,2 millones de bolívares

Katiuska Hernández

En la entrada del pueblo de Ospino, en el estado Portuguesa, permanece casi intacta la valla publicitaria del Plan Café. La promesa de construir viviendas dignas a los caficultores y dar incentivos para incrementar el cultivo, solo se lee en los carteles. Los productores señalan que de 75 viviendas proyectadas para la zona, se terminaron 22 y el llamado socialismo agrario no ha traído prosperidad en el campo.

"El precio del café no está bien, pero mientras los insumos suben. Si uno solicita un crédito llega tarde y se atrasa el trabajo de mantenimiento de las plantaciones", afirma Francisco Colmenares, caficultor del sector El Guayabal, de la parroquia La Aparición de Ospino.

Semanalmente, Colmenares baja de la montaña al pueblo para buscar un empleo temporal que le permita mantener a su familia a la espera de la temporada de cosecha de café para recoger cerca de 25 sacos.

"Con el Plan Café nos prometieron casa. En Caracas y aquí nos hicieron llenar puros papeles, y nada. Vivo en un rancho de bahareque que ya casi se nos cae encima. Tenemos 6 hectáreas sembradas y sólo sacamos unos 25 sacos y a veces 20; así que no queda otra, del café no se puede vivir. Además, tengo 7 hijos y por eso trabajo de jornalero cortando caña de azúcar para mantenernos", relata Colmenares mientras camina por la calle principal de Ospino. Justo al costado de la carretera, vía a la estación de Ospino, se ven las máquinas trilladoras llenas de polvo, no es tiempo de cosecha y por tanto están inactivas, pero hay quienes guardan uno que otro saco y aprovechan para venderlo al mejor postor a la orilla del camino.

"El precio debería estar por encima de 1.000 bolívares el quintal, pero nos cancelan menos de 500 bolívares. La realidad es que tenemos que cancelar más de 400 bolívares para traer la cosecha de la montaña al pueblo y, además, pagar empleados y el abono. El precio está bajo", insiste Colmenares, que ahora aguarda por los resultados de la nueva misión Agro Venezuela para ver si recibe financiamiento.

En la ruta a la zona alta de Ospino, Santa Lucia del Cerro vía al Chorro San Miguel, de la parroquia La Estación, el paisaje montañoso está adornado con plantaciones de café y algunas lucen abandonadas. La carretera no está asfaltada por completo, pero los productores señalan que no está tan mal como en otras partes.

Leonarda Aranguren tiene 73 años de edad y 50 viviendo de la producción de café.

Ella y su esposo han levantado 12 hijos. Dice que está cansada de pedirle al Gobierno que le dé financiamiento para recuperar el cultivo. Se conforma con la producción de una hectárea que ella y su marido tienen sembrada en el caserío de Santa Lucia. Vive en una casa de bahareque y afirma que la situación está muy mala.

"Ya el café no vale nada, tiene broca y roya, y lo que pagan por el quintal no alcanza para nada. Antes la plata valía, con un bolívar se podía comprar pan, galletas y las sardinas costaban un real. También uno se vestía con un bolívar porque se compraba dos metros de tela. Yo creo que Chávez se olvidó de los caficultores porque no da un buen precio", señala Aranguren, que aún espera la pensión de vejez que solicitó hace más de 7 años. Antes recibía una ayuda de la Gobernación del estado Portuguesa

Inseguridad galopante En las últimas semanas delincuentes han asaltado a productores y familias de Ospino. "Las camionetas jeep viejas o nuevas, que son las que sirven para subir a la zona productora, son muy codiciadas por los delincuentes.

Las roban y muchas veces piden rescate para devolverlas desvalijadas", denuncia Gregorio Villanueva, productor de la zona. El Plan Seguridad Bicentenaria no ha llegado a la región, agrega.

Al lado de la iglesia del caserío de Santa Lucía un aviso les recuerda a los vecinos que la actual segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Blanca Eekhout, fue elegida por ese pueblo, pero hasta ahora no ha dado respuesta a los problemas del lugar. Nunca se le ha visto por aquí, afirma un lugareño.

El plan que fracasó Gregorio Villanueva reconoce que el Plan Café, aprobado en 2005, tenía un objetivo positivo para el sector, pero no se cumplió de manera efectiva y tampoco se materializó la asistencia técnica adecuada y el seguimiento para garantizar que los recursos se invirtieran.

"Con ese plan nos darían apoyo para la construcción de minicentrales ecológicas en las zonas cafetaleras, transporte utilitario para trasladar la cosecha y prometieron 75 viviendas. Los recursos fueron otorgados por el Gobierno pero solamente se levantaron 22, igual sucedió con los minicentrales: se hicieron 4 en el municipio Ospino, que costaron más de 4 millones de bolívares, se colocaron las plantas eléctricas y toda la infraestructura, sin embargo la contratista Fanapar, encargada de la obra, incumplió y no instaló las maquinarias ni los equipos para que operaran", dice Villanueva, y añade que los minicentrales están prácticamente abandonados.

Refiere que esta infraestructura le facilitaría a los caficultores arrimar el grano cosechado y que se realizara el beneficio húmedo del café, y al tenerlo listo venderlo a las torrefactoras con un valor agregado que garantizaba un producto de calidad que se podía colocar a un mejor precio.

Agrega que 70% del café que se cosecha en Ospino no es beneficiado y el producto tiende a salir de baja calidad, lo que también afecta el precio pagado a los caficultores. En la zona se cosechaban 120.000 quintales y en la actualidad no llegan a 80.000 quintales que representan el sustento de 4.000 familias, aproximadamente.

Villanueva señala que la estatización de las empresas torrefactoras Fama de América y Café Madrid que le dan al Ejecutivo 75% del mercado procesador, ha permitido que por lo menos se le cancele a los productores el precio fijado en la Gaceta Oficial. Aunque aclara que sigue siendo muy bajo.

En Ospino, el quintal de café natural bueno, el Gobierno lo paga a 613 bolívares y los intermediarios en la calle entre 480 y 540 bolívares por saco. "Hay un piso en el precio del café que impide que baje demasiado, pero el aumento anual del grano no compensa los costos de producción y tampoco nos da un ingreso justo para mejorar las condiciones de vida de los productores", expresa.

Recuerda que el año pasado el costo de producción era, en promedio, de 1.400 bolívares el quintal, pero está regulado en un máximo de 747 bolívares, y en el mercado internacional el precio llegó a estar por encima de 320 dólares en marzo y en abril cerca de 316 dólares por quintal.

"Si aquí se vuelve a pagar un precio justo y se incentiva a los caficultores podremos volver a producir para satisfacer las necesidades del país y no habría necesidad de importar", reitera.

Vicente Pérez, director de Fedeagro, apunta que los incrementos aprobados en los últimos años están por debajo de la inflación. "Por eso hay tanta diferencia con los precios nacionales y los de Colombia.

Eso se refleja en una desmejora en la vida de los caficultores, muchas familias viven en pobreza". Es necesario tecnificar el cultivo y preparar a los productores, agrega.

Pérez propone que se retome la propuesta de diferenciar el café y pagar un precio más alto por los granos de más calidad y tipo gourmet. "Que se pague un mejor precio por el café premium y que el consumidor de pocos recursos pueda pagar por el producto más económico", sugiere.




Importaciones saldrán 270% más caras este año

El año pasado el Go-bierno importó más de 16.000 toneladas de café verde, equivalentes a 347.826 quintales (sacos de 46 kilos cada uno), para satisfacer las necesidades de las industrias torrefactoras. El consumo nacional es de 1,85 millones de quintales y la producción apenas se acerca a 1 millón de quintales.

El déficit se trae de Brasil, Nicaragua y El Salvador. Entre los años 2009 y 2010 se calcula que ingresaron al país 680.000 quintales, pagados a 150 dólares por saco, aproximadamente. Estas compras externas le costaron al país 102 millones de dólares, que multiplicados por 2,60 bolívares por dólar suman un total de 265,2 millones de bolívares.

Ahora, con el tipo de cambio a 4,30 bolívares y el alza del café en el mercado internacional a más de 300 dólares, esta misma cantidad de café importado le saldrá al país en 204 millones de dólares. El equivalente a 877,2 millones de bolívares que se gastarán en importaciones.

En comparación con lo que se pagó entre 2009 y 2010, saldrían 230,7% más caras este año por el aumento internacional del grano. Los productores critican las compras externas y señalan que el Gobierno en lugar de invertir estos recursos en importaciones debería aprobar mejores precios a los caficultores venezolanos e invertir en viviendas, infraestructura y planes de recuperación y renovación del cultivo.

sábado, abril 09, 2011

CAE LA PESCA DE ESPECIES MARINAS 54,22%


Producción anclada.


KATIUSKA HERNÁNDEZ


La pesca de especies del mar se redujo en 2010 54,22% según la Memoria y Cuenta del Ministerio de Agricultura y Tierras. De 383.309 toneladas de pescados que se capturaron en 2009 en el mar, disminuyó a 175.454 toneladas el año pasado. La caída más acentuada se registró en el atún que pasó de 35.152 toneladas en 2009 a 17.420 toneladas en 2010, 50,44% menos. Esta especie cuesta en las pescaderías 65 bolívares el lomo, 48% más caro que en 2010, mientras que el atún en rueda se vende en 42,80 bolívares el kilo. Igualmente se redujo la captura de bagre en 21,57% de 3.909 toneladas en 2009 a 3.066 el año pasado. La captura de carite también disminuyó 15,18% al pasar de 5.113 toneladas a 4.337 toneladas, y en el mercado municipal esta especie se consigue en 42,80 bolívares, un alza de más de 42%. La pesca de corocoro que era una de las que se practicaba con el arrastre, se redujo 9,91% al pasar de 1.604 toneladas a 1.445 toneladas. En las pescaderías el precio de este pescado es de 32,80 bolívares el kilo y el año pasado costaba 20 bolívares. La pesca de jurel disminuyó 31,17% al pasar de 4.556 toneladas a 3.136 toneladas y el precio en el mercado es de 38 bolívares. La pesca de pargo cayó 50,04%. En 2009 se capturaron 9.114 toneladas de este pescado y el año pasado solo se lograron 4.553 toneladas, de allí el alto precio del producto que supera los 68 bolívares el kilo y hasta más de 70 en algunas pescaderías. El Gobierno tiene ferias socialistas del pescado en varias plazas de la capital y zonas populares. Insopesca asegura que el ahorro es de hasta 65% en comparación con los mercados privados. El atún lo venden en 18 bolívares el kilo, el dorado en 30 bolívares y el camarón en 35 bolívares. Además de rayado blanco a 35 bolívares y cachama a 17 bolívares.

Gobierno importó 83,48% de los alimentos


KATIUSKA HERNÁNDEZ khernandez@el-nacional.com



La Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas, CASA, importó el año pasado 3.075.627 toneladas de productos, lo que representa 83,48% del total de las compras que hizo esta empresa estatal y que suman 3.684.268 toneladas. A los proveedores nacionales le compraron 608.641 toneladas. Para las reservas estratégicas se adquirieron 873.661 toneladas, la mayoría también importada CASA pagó a proveedores internacionales 6,94 millardos de bolívares, mientras que las compras nacionales salieron por 1,98 millardos de bolívares. El Gobierno importó a través de la corporación 102.500 toneladas de aceite, por las que pagó más de 340 millones de bolívares, También trajeron del exterior 620.000 toneladas de arroz, valoradas en más de 742,54 millones de bolívares. La compra externa de este cereal contrasta con su caída en la producción nacional que, según la memoria y cuenta del Ministerio de Agricultura y Tierras, se redujo 12,6%, al pasar de 1,19 millones de toneladas a 1,04 millones de toneladas. El año pasado el Gobierno importó 947.500 toneladas de azúcar que costaron 1,03 millardos de bolívares, 16.000 toneladas de café verde por las que pagó 159,5 millones de bolívares, por 78.000 toneladas de carne bovina canceló 914,22 millones de bolívares y por 115.911 toneladas de leche en polvo 1,11 millardos de bolívares. Igualmente trajeron del exterior, para abastecer el consumo nacional de alimentos balanceados para animales y otros usos, 345.000 toneladas de maíz amarillo que costaron 254,6 millones de bolívares. Para la industria de harina de maíz precocida, importó 350.000 toneladas de maíz blanco por las que se pagaron 339,91 millones de bolívares. El año pasado CASA suministró tanto arroz como maíz a las agroindustrias privadas. La lista de importaciones también incluye 253.000 toneladas de pollo por un valor de 1,27 millardos de bolívares, 44.500 toneladas de pastas de trigo por las que se pagaron 138,14 millones de bolívares, 17.000 toneladas de margarina untable valoradas en 95,8 millones de bolívares, 14.000 toneladas de salchichas por 60,78 millones de bolívares, 23.000 toneladas de caraotas negras por 57,56 millones de bolívares, además de 1.000 toneladas de atún (18,7 millones de bolívares) y 7.049 toneladas de pernil valoradas en 75,84 millones de bolívares. En el caso de las compras nacionales el mayor volumen fue de 185.460 toneladas de arroz por las que se desembolsaron 252,81 millones de bolívares, 162.000 toneladas de harina precocida por 153,51 millones de bolívares, 76.500 toneladas de pastas alimenticias por 115,99 millones de bolívares y 76.323 toneladas de azúcar por las que se pagaron a proveedores locales 98,72 millones de bolívares. Además, de aceite adquirieron 56.420 toneladas, 1.000 de caraotas, 26.400 de harina de trigo y 6.950 toneladas de pollo.