Estos últimos días de 2006 muchas de mis amigas andan preocupadas por lo que será el 2007 para sus vidas. Unas ya comienzan a comentar que fueron a un brujo a una bruja a leerse las cartas, a hacerse la carta astral y a saber si por fin se les cumplirá o no lo que siempre han deseado el próximo año.
Ese afán de conocer lo que nos traerá el futuro es la clave para que los embaucadores y adivinos se llenen los bolsillos principalmente estos días. Tenemos una comezón en el estomago por conocer qué nos pasará.
Para mi es una soberana perdida de tiempo y de dinero, la vida hay que vivirla como venga con sus buenas y malas. Para qué preocuparse si vas a tener buena o mala suerte. Un mismo suceso le puede ocurrir a un justo y a un injusto.
“Dios sustenta mi suerte”, dice el salmista David (salmo 16:5)y aquí mi recomendación a mis desesperadas (o) amigas y amigos. “Encomienda a Dios tu camino confía en él y él hará”, Salmo 37.
Ese afán de conocer lo que nos traerá el futuro es la clave para que los embaucadores y adivinos se llenen los bolsillos principalmente estos días. Tenemos una comezón en el estomago por conocer qué nos pasará.
Para mi es una soberana perdida de tiempo y de dinero, la vida hay que vivirla como venga con sus buenas y malas. Para qué preocuparse si vas a tener buena o mala suerte. Un mismo suceso le puede ocurrir a un justo y a un injusto.
“Dios sustenta mi suerte”, dice el salmista David (salmo 16:5)y aquí mi recomendación a mis desesperadas (o) amigas y amigos. “Encomienda a Dios tu camino confía en él y él hará”, Salmo 37.
1 comentario:
Por nada estéis afanosos, reza la Escritura
¡Salud!
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