Ser periodista en tiempos de Chávez.
Cada vez que hay líos y se le ocurre meterse con una empresa, con un gobierno extranjero o con quien sea, nos ponemos a millón a buscar todas las reacciones posibles sobre el tema. Siempre hay algo que hacer, nunca nos quedamos sin información.
Hay mucha tela que cortar. No hay descanso, es la verdad. Si los ministros salientes se quejan del trabajo que les da estar en el Gobierno, razón por la cual algunos que dejaron el cargo, ya tienen hasta licencia para casarse. Debo decir que quienes seguimos las ocurrencias del Gobierno tampoco descansamos.
En un día típico en la redacción, todos corren. Nadie se salva de escuchar al presidente y su discurso de turno. Y es que por más que queramos aislarnos no podemos, tenemos que estar allí escuchando todo lo que diga porque algo va a salpicar nuestro trabajo.
¿Qué dijo de Pdvsa?
¿Qué dijo de la CANTV?
¿Dijo algo de alguna empresa o una finca?
Y si no te tocó esta vez, la campana no te salva, seguro en la próxima alocución anunciará algo que te pondrá a correr y te pondrá otra vez a millón.
Por lo menos aún hay trabajo. “El día que no pueda escribir, veré que hacer”, le dije a una chica asturiana que compartía puesto conmigo en el avión de regreso a Caracas el 2 de septiembre del año pasado. Espero que ese día no llegue y que esté muy lejos si es que llega.
El periodismo no es una carrera —ya lo dice mucha gente—, es un oficio.
Nos pasamos los días y las noches sumidos en el mundo de las noticias, aún en casa hablamos del tema. Y si no queremos hablar nuestros familiares nos tocan la tecla o hasta un vecino en el ascensor del edificio.
No pretendo defender los intereses de un medio en particular. No tengo acciones de ninguno, pero me solidarizo con mis colegas periodistas que podrían quedar desempleados si cierran RCTV, debido a que no le será renovada la concesión. Al igual que con los compañeros que salieron de CMT, que aunque no la cerraron fue comprada por Telesur y muchos quedaron desempleados.
Los problemas políticos son eso, problemas políticos. Hay interés de lado y lado. Pero más allá de eso, el periodismo lo llevamos en la sangre y ni con el cierre de un medio por conveniencia política se callarán las voces.
Mientras tanto seguiré viendo, seguiré escuchando, seguiré escribiendo y espero hacerlo por mucho tiempo.
Una confesión: veo Globovision, veo VTV, lo veo todo.
Hablar sobre el periodismo es algo de cuidado, se pueden herir muchas suceptibilidades. Pero el país está en tal crispación que es bueno estar pendiente de lo que ocurre y dedicar un post al tema. Escuchando muchos rumores sobre el cierre de RCTV, alguien dijo "los peores enemigos del periodismo son los periodistas".
Hay mucha tela que cortar. No hay descanso, es la verdad. Si los ministros salientes se quejan del trabajo que les da estar en el Gobierno, razón por la cual algunos que dejaron el cargo, ya tienen hasta licencia para casarse. Debo decir que quienes seguimos las ocurrencias del Gobierno tampoco descansamos.
En un día típico en la redacción, todos corren. Nadie se salva de escuchar al presidente y su discurso de turno. Y es que por más que queramos aislarnos no podemos, tenemos que estar allí escuchando todo lo que diga porque algo va a salpicar nuestro trabajo.
¿Qué dijo de Pdvsa?
¿Qué dijo de la CANTV?
¿Dijo algo de alguna empresa o una finca?
Y si no te tocó esta vez, la campana no te salva, seguro en la próxima alocución anunciará algo que te pondrá a correr y te pondrá otra vez a millón.
Por lo menos aún hay trabajo. “El día que no pueda escribir, veré que hacer”, le dije a una chica asturiana que compartía puesto conmigo en el avión de regreso a Caracas el 2 de septiembre del año pasado. Espero que ese día no llegue y que esté muy lejos si es que llega.
El periodismo no es una carrera —ya lo dice mucha gente—, es un oficio.
Nos pasamos los días y las noches sumidos en el mundo de las noticias, aún en casa hablamos del tema. Y si no queremos hablar nuestros familiares nos tocan la tecla o hasta un vecino en el ascensor del edificio.
No pretendo defender los intereses de un medio en particular. No tengo acciones de ninguno, pero me solidarizo con mis colegas periodistas que podrían quedar desempleados si cierran RCTV, debido a que no le será renovada la concesión. Al igual que con los compañeros que salieron de CMT, que aunque no la cerraron fue comprada por Telesur y muchos quedaron desempleados.
Los problemas políticos son eso, problemas políticos. Hay interés de lado y lado. Pero más allá de eso, el periodismo lo llevamos en la sangre y ni con el cierre de un medio por conveniencia política se callarán las voces.
Mientras tanto seguiré viendo, seguiré escuchando, seguiré escribiendo y espero hacerlo por mucho tiempo.
Una confesión: veo Globovision, veo VTV, lo veo todo.
Hablar sobre el periodismo es algo de cuidado, se pueden herir muchas suceptibilidades. Pero el país está en tal crispación que es bueno estar pendiente de lo que ocurre y dedicar un post al tema. Escuchando muchos rumores sobre el cierre de RCTV, alguien dijo "los peores enemigos del periodismo son los periodistas".
2 comentarios:
Kay que te puedo decir? El periodismo es una de las profesiones que mas cancha tienen en el país, como tu dices ningún perioditas puede decir que no tiene materia prima para trabajar, la carga de trabajo que tienen debe ser abrumadora, me lo imagino ayer corriendo cuando "el presi" le dijo "no sea insulso, Inzulsa" jajaja que vacilón, ni me puedo imaginar las caras cuando dijó "geometría del poder"... peeeeerro, cuando ví el resumen en la noche me pare del asiento como por resorte, me dije ¿qué vaina es esa? ya estoy medio confundido con "socialismo del siglo XXI", cuando ya lo tenía medio dominado salió con este nuevo concepto. Espero que mañana cuando le ponga la banda como "Pancho Villa", hagan un reportaje de lo que es esa vaina que sonó a matemática política. Un beso y saludos a todos los periodista
Amiga es cierto. Los periodistas no podemos apartarnos de lo que hacemos porque pese a que es estresante por el corre corre permanete esto es lo que nos gusta. De hecho vivir en la redacción de un periódico me apasiona de manera tal que prefiero esta dinámica a estar fuera de ella haciendo periodismo institucional, por ejemplo; incluso con las guardias de los fines de semana que veces me cansan, me hartan, me molestan.
Ser periodista es mi estilo de vida y la asumo con todo el respeto. Me plego a lo que García Márquez le dijo a una periodista colombiana: “En la carrera en que andan los periodistas debe haber un minuto de silencio para reflexionar sobre la enorme responsabilidad que tienen”.
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