Por primera vez en mi vida pasé el año nuevo en Ávila Mágica. Caracas se veía hermosa desde la altura.
El cielo estaba totalmente despejado (entre las 9 de la noche hasta las 2 de la mañana), las estrellas se veían claritas, pude identificar fácilmente a Casiopea, Orión, la Osa Mayor y el Can Mayor. Hace como 2 años subí al parque sólo para ver cuando cae el velo de la noche y comienzan a brillar los luceros.
Gracias a unos amigos, pase del encierro en un apartamento a dar la bienvenida al año nuevo en la sultana de Caracas. Antes de subir al teleférico me quedé sorprendida por la cantidad de gente que estaba haciendo la cola para tomar los funiculares. La mayoría preparados con buenos abrigos, sillas playeras y hasta comida para realizar la cena de año nuevo.
Gracias a unos amigos, pase del encierro en un apartamento a dar la bienvenida al año nuevo en la sultana de Caracas. Antes de subir al teleférico me quedé sorprendida por la cantidad de gente que estaba haciendo la cola para tomar los funiculares. La mayoría preparados con buenos abrigos, sillas playeras y hasta comida para realizar la cena de año nuevo.
Al llegar arriba, la caminería del parque esta abarrotada de gente. Familias enteras ya habían ocupado algunas mesas de camping. Con el ticket se tenía derecho a una copa de Champaña, doce uvas y un cotillón para celebrar. Todo el mundo andaba con su gorrito de fiesta o su sombrero de plástico, además de mascaras y sonajeros.
15 minutos antes de las doce mis amigos y yo, corrimos al mirador donde ondea la bandera para poder divisar mejor la ciudad. En uno de los fuertes vientos que hizo anoche, la inmensa tricolor se desprendió del asta, la gente comenzó a gritar “se fue, se fue, se fue. Se fue, se fue” con la misma melodía que hemos escuchado en los últimos años en marchas y actividades políticas, por su puesto con las respectivas variantes de frases.
Justo cuando dieron las 12 de la media noche los fuegos artificiales comenzaron a explotar por todos los rincones de Caracas. La vista se dificultaba un poco por la cantidad de personas que se aglomeraron tratando también de ver los estallidos. Alguien que estaba en el tumulto de gente dijo —parece un bombardeo como el de Bagdad—, yo le respondí “afortunadamente no lo es”.
Y así recibí el 2007, desde la altura. Ojalá puede repetir esta experiencia. No nos faltó la champaña y como cena de año nuevo una cachapa de queso guayanés y pan de Cádiz como postre. Fue imposible comprar chocolate con churro, la cola de personas era mayor que la de la autopista Francisco Fajardo en una hora pico jejejeje.
¡Dios ya comenzarán otra vez las colas en el 2007!
5 comentarios:
Excelente, pensaba hacer eso, subir a la cima para pasar fin de año. Parece que el ambiente estuvo muy bueno, lo mejor es la compañia.
Que tal se vieron los fuegos artificiales sobre Caracas?
Saludos y los mismos deseos de vuelta
Hola huguito estuvo excelente, tienes que hacer todo lo posible por ir este año. La ciudad estaba toda iluminada y las explosiones de los fuegos artificiales eran increibles. todo el mundo se lo pasaba adivinando donde eran esas explosiones si en Manzanare estaban las mejores o en altamira o en el oeste. de verdad que pienso repetir esta experiencia con el favor de Dios. Feliz año.
buena idea, hay romper la cotidianidad, yo lo recibi en
la playa , entra a mi otro blog el gusto es mio y alli hay buenas experiencias.
Gracias por tu comentario
no han comenzado las colas, a Dios gracias, pero ya se vienen seguramente el lunes...
me alegra que la hayas pasado bien...
salud en este nuevo año!
No me puedo imaginar el frio horroroso que haría! pero seguro que si valió la pena tener un comienzo de año diferente!!!
Lo mejor para ti en este 2007!
Un abrazo enorme
:)
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