Dichosos los que han podido huir del diarismo, aunque en su interior añoren los días de sometimiento.
Cuando más necesitas que las cosas marchen bien, zas se daña el sistema, las computadoras colapsan y para colmo no hay manera de guardar los archivos. No hay pen drive que valga, y la incompatibilidad entre las computadoras chatarras de la redacción con las Mac de los que montan las páginas sale a relucir de inmediato. Si se guarda en pen drive no hay manera de abrir el archivo porque resulta que las MAC no aceptan ese dispositivo y mucho menos los viejos diskette. alguien trajo un lector y finalmente se logra abrir los documentos. Pero otra vez vuelve a caerse el servidor y así estamos un rato más.
Dios mio la tecnología no se supone que es para facilitar las cosas en lugar de echarlas a perder. Este sentimiento de frustración que me embarga no tiene otra manera de salir que escribiendo en este blog, porque más de uno se ríe en mi cara cuando tan siquiera planteo que se debería invertir en un nuevo sistema. ¿Será que somos más ineficientes que el propio Gobierno que tanto criticamos lleno de burocracia? ¡Nooooooooooooooo!
Pero nada ahí estamos, amando a este marido maltratador que nos somete día a día y nos exprime hasta el último suspiro. Si no fuera por la mística (o misticismo jejeje) y el buen humor de los que estamos con este marido (el periodismo), la vida sería un aburrimiento. A la final pese a las trabas las cosas salen y mañana no nos acordaremos de estos maltratos y estos golpes, porque volveremos a estar enamorados.
4 comentarios:
Quizas haya un poco de masoquismo en esta relacion. Hay quienes disfrutan sufriendo! Jajajajaj
A no, esta bien que el periodismo sea un vicio, pero tu debes buscar otro marido con el que montarle los cachos a él
a veces lo hago, pero no alcanza ni el tiempo ni las fuerzas para hacerlo con tanta frecuencia como quisiera.
¡Te felicito por tu blog! ¡Qué lindo! ¡Cómo he disfrutado leyendo y leyendo!
Yo lo quise mucho, disfruté enormemente haciendo mis reportajes y mis artículos, manteniendo mis columnitas y corrigiendo textos de otros...
...pero apenas tuve la oportunidad de trabajar en la empresa privada, me acostumbré tanto y me pareció tan confortable que no pude volver.
Es como cuando tienes un novio cuaimo y medio rata que quieres mucho y que la relación es intensa, y luego tienes un novio de esos que las mamás dicen que vale la pena, que te trata super bien y que es más fiel que perro 'e taller.
En fin, me quedo con mi aire acondicionado, mi quincena gordita y mi perro 'e taller.
Te invito a que me visites en mi blog, uno de los últimos resquicios donde escribo como me gusta :-)
Slds
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